Es un Águila Imperial Ibérica

En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme (más bien…que no quiero nombrar), observé hace unos meses que había un nido enorme encima de un árbol.
Cada vez que pasaba por ahí me fijaba en él, intentando encontrar al ave que lo habitaba, pero nada, no tenía suerte… hasta que un día creí ver un puntito blanco dentro y se lo conté a Sera.
En cuanto tuvimos ocasión allá que fuimos.

Foto de ecowildlifebirding.blogspot.com

Dejamos el coche en mitad de la nada, en un camino forestal y nos pusimos a andar campo a través provistos de todos los bártulos de observación. Tomamos posiciones a unos 500 m de distancia del nido, y con ayuda del telescopio vimos que estaba poblado por dos polluelos de color blanco, con el pico y las garras amarillas y de tamaño como una gallina aún siendo crías.

Incapaces de determinar la especie de ave, acabamos sacándoles fotos a través del telescopio y regresamos a casa un poco frustrados por no haber visto a los progenitores y no saber siquiera de que especie se trataba.


Con la presa entre las garras (Foto de Las aves Rapaces)

Al día siguiente mandamos un e-mail con las fotos a SEO/BirdLife (Sociedad Española de Ornitología) para ver si ellos nos resolvían la duda, pero no. Nos dijeron que si no les describíamos a los padres no podían decirnos de que especie se trataba. (Claro, que listos! si yo hubiera visto a los padres quizás no hubiese tenido que recurrir a su sabiduría para salir de dudas ¿no?).
Visto el percal le mandé las fotos a un amigo biólogo a ver si él sacaba algo en claro, y…¡¡sopresa!!, nos informó de que se trataba nada más y nada menos que de polluelos de Águila Imperial Ibérica, un ave que se encuentra en peligro de extinción.
 Nos llevamos una alegría tremenda y otro día volvimos a la zona a observarlos, aunque esta vez tampoco estaban los padres.

Polluelo como el que vimos.

Íbamos de regreso al coche (situado como el primer día, en medio de la nada) cuando vimos aparcado un todoterreno al lado del nuestro, detectamos que su conductor nos observaba con unos prismáticos. (Esto es raro, raro, raro....pensamos). Mientras llegábamos a su altura nos preguntábamos quien sería y por qué nos estaría mirando…unos minutos después se nos disiparon todas las dudas. Era el guarda forestal de la zona, molesto por nuestra actitud y por ver que habíamos descubierto un nido. Nos recriminó educadamente, dijo que podría conllevar que los padres abandonasen a sus crías, y nos interrogó sobre cómo habíamos descubierto el nido porque se creía que alguien nos había dado el chivatazo. Nos confirmó que era una pareja de águila imperial ibérica.
Nos explicó que debíamos situarnos a un mínimo de 1 km de distancia del nido para no molestarlos, y que los padres no estaban en el nido porque habían huido ante nuestra presencia. Éstos estaban esperando a que nos fuéramos para volver al nido, para que confirmáramos que decía la verdad nos indicó un bulto negro situado a 500 m del coche en mitad del monte, miramos con los prismáticos….y era el águila imperial padre observando nuestros movimientos, con mirada inquisitiva.

Águila imperial con ramas para el nido. Foto de José Luis Rodriguez.

Le pedimos al guarda forestal mil disculpas, le expresamos nuestra ignorancia en el tema, le explicamos que éramos principiantes ornitólogos con el único afán de observar y le prometimos no revelar a nadie la situación del nido. Le aseguramos que no volveríamos más para no molestar. De ahora en adelante nos conformamos con verlos volar por la zona cuando fueran ya adultos.

Somos unas de las pocas personas en el mundo que pueden decir que han visto unos polluelos de Águila Imperial Ibérica, y nos sentimos orgullosos de ello. Pero lo que realmente nos gustaría es que dejara de estar en peligro de extinción y todos pudierais disfrutar con su vuelo majestuoso.

Águila Imperial Ibérica.

Nuestra forma de colaborar en su recuperación es dejándola en paz y no diciéndole a nadie su ubicación, puesto que existe un mercado negro en el que éstas aves están muy cotizadas, y sobre todo sus polluelos. La realidad es muy triste, ¿por qué seremos tan malos los humanos?

PD: como os he contado sacamos fotos de los polluelos, pero hemos decidido no publicarlas para no dar ningún tipo de pistas sobre el lugar de anidación.

2 comentarios:

  1. Muy buenas las fotografias. saludos desde Conil ( Cadiz). ve mi blog

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    1. Hola Jesús, muchas gracias por tus comentarios aunque en este caso las fotos no son nuestras, las hemos cogido prestadas de otros blogs. Desde Conil!!!! que bonito pueblo, es uno de nuestros lugares predilectos, de hecho no tardaremos en escribir un blog de lo mejor de Conil y sus alrededores. Quien sabe, quizás nos hayamos cruzado alguna vez.

      Saludos.

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